El pasado martes falleció George Martin, el que fue productor de la mayoría de los discos de The Beatles y conocido por ese motivo con el apelativo de «El quinto beatle«. No me resisto a hacerle un pequeño homenaje escribiendo sobre su fundamental contribución al mundo de la música pop y rock del siglo XX.
George Martin era un productor musical con formación clásica como pianista y arreglista. Cuando le hablaron de The Beatles, que acaban de ser rechazados por Decca, no puso mucho interés ya que estos estaban aún muy verdes. Recordemos que por ejemplo su batería por entonces era aún Pete Best, que era bastante malo, y todavía no había entrado oficialmente Ringo Starr. A pesar de esto la química entre Martin y The Beatles y el ácido sentido del humor de estos fue inmediata desde el primer momento.
Sin aún mucha fe en lo que podían hacer Martin comenzó a producir los primeros temas de los cuatro de Liverpool. Desde el principio fue clave en dos cuestiones fundamentales. En primer lugar darles libertad para interpretar sus propias composiciones, algo muy poco habitual en aquellos tiempos. Lo normal entonces era que las discográficas tuvieran un grupo de escritores profesionales que eran quienes hacían las canciones, mientras que por otro lado buscaban a grupos de jóvenes que las interpretasen. George Martin, no sin hacerse de rogar, al final cedió permitió a The Beatles hacer sus propias canciones, un acierto que ahora vemos indiscutible, pero que entonces no estaba libre de riesgos.
En segundo lugar él fue el responsable de acelerar el tempo de las canciones que John Lennon y Paul McCartney le proponían, que tenían aún mucho del aire de los años 50. Ahí surgió el sonido Beatle tan revolucionario y marchoso entonces que volvió loco a medio mundo. En concreto a partir del tema Please Please Me, una canción de Lennon basado en un juego de palabras que fue su primer número uno.
Tras el éxito arrollador de The Beatles, gracias a su popularidad y la libertad creativa de la que gozaban, estos empezaron a experimentar y a evolucionar en sus composiciones y su sonido. Fue en estos momentos cuando más se notó la influencia de George Martin. Se dice que la primera canción en la que metió mano directamente fue en Yesterday de Paul McCartney cuando, un poco a regañadientes de este último, incluyó un cuarteto de cuerdas de fondo para dar como resultado el temazo que todos conocemos.
Las contribuciones de George Martin a las canciones de The Beatles son innumerables, especialmente en la época más psicodélica de la banda. Desde todos los arreglos para orquesta, hasta la instrumentación con todo tipo de instrumentos clásicos o no tanto, pasando por tocar él mismo el piano, como en el solo de temas como In My Life. Ejemplos de esto son los arreglos de canciones como Eleanor Rigby, Strawberry Fields Forever, Penny Lane o I Am The Walrus.
Por todo esto, aunque en la sombra, no cabe duda de que George Martin era el quinto beatle. Y su ausencia se notó mucho en la producción de Let It Be, que quedó en manos de ese personaje oscuro que es Phil Spector.
Recuerdo especialmente haber visto una entrevista, creo que en los Anthology de The Beatles, en la que George Martin hablaba de el primer día en el que fueron a grabar A Day In The Life y de cómo le emocionó desde la primera toma la voz de John Lennon cantando eso de «I read the news today, oh, boy…«. Recuerdo verlo en esa entrevista profundamente conmovido recordando ese momento, que sin duda fue mágico, con emoción, y se me ponen los pelos como escarpias.
Era un Beatle de pleno derecho, y así debemos recordarlo.