Todd Haynes ha adaptado para el cine la novela Carol de Patricia Highsmith, en la cual se relata la relación lésbica entre Carol, una mujer madura y adinerada, y Therese, una joven fotógrafa, en los años 50. Se trata de un relato atípico en la carrera de Highsmith, más centrada en las novelas de suspense, como las conocidas -y más en sus adaptaciones cinematográficas- Extraños En Un Tren, o El Talento de Mr. Ripley.
Patricia Highsmith tuvo que publicar «Carol o El Precio de la Sal» bajo un seudónimo en 1951, dada la negativa de los editores a publicar un libro de abierta temática lésbica. Lo cual nos da una idea de la censura moral que sufrían las relaciones homosexuales en aquella época. Aún así la publicación fue un éxito y desde entonces la novela está considerada un clásico de la literatura homosexual femenina.
Haynes parece haberse especializado en realizar películas sobre personajes femeninos atrapados por las convenciones sociales de su época. Así lo pudimos ver en Safe (1995), en la miniserie de televisión Mildred Pierce (2011), o en la estupenda Lejos Del Cielo (2002) con Julianne Moore. Y en todos los casos sale más que airoso. Se nota que quiere y respeta a sus personajes, y eso se traslada a la pantalla.
Carol -la película-, es elegante y sofisticada, al igual que su personaje principal maravillosamente interpretado por Cate Blanchett. Los encuadres son perfectos. Haynes juega con los espejos, los cristales y las ventanas para, además de ofrecernos imágenes bellísimas, transmitirnos el aislamiento de las protagonistas respecto a la sociedad que las rodea.
La narración está tan contenida como el deseo entre Carol y Therese, censurado por la moralidad de la época. Haynes nos lleva por el relato de forma magistral, el ritmo no decae en ningún momento y no sobra un plano, una escena ni un diálogo en todo el metraje. Además me encantó el principio, con un claro homenaje a Breve Encuentro (1945) de David Lean, lo que ya me predispuso muy positivamente. La única pega que le puedo sacar es un pequeño punto tramposo al final que creo innecesario. Pero vamos, es un detalle insignificante.
Cate Blanchett es Carol, y se come la pantalla desde el primer momento en el que hace aparición. De hecho durante las secuencias en las que no está en escena uno solo puede pensar cuándo volverá a aparecer. Por muy bien que esté el resto del reparto hay que reconocer que la película se sostiene por Cate Blanchett y su enorme, a la vez que contenida, interpretación. Blanchett está nominada al Oscar a la mejor actriz y sería injustificable que no se lo llevara por Carol, porque es más que merecido.
El papel de Therese lo encarna una sorprendente Rooney Mara que, aunque no está a la altura de Blanchett, sí que le da a esta el contrapunto perfecto. Su actuación es igualmente contenida encajando en el tono general de la película, pero quizá también se hubiera agradecido algún que otro cambio de registro a lo largo de la película, más allá de mantener siempre la misma expresión. También está nominada al Oscar a la mejor actriz de reparto merecidamente, aunque en esa categoría veo el premio mucho más reñido. Por cierto, su caracterización en Carol me recuerda mucho a la estética de Audrey Hepburn en películas como Vacaciones En Roma (1953).
En cuanto al resto del reparto de secundarios están correctos. Sarah Paulson hace un papel más digno que en toda la serie American Horror Story. Quizá Kyle Chandler en el papel del marido de Carol esté algo sobreactuado, pero nada que desmerezca al conjunto.
Sorprende que una de las mejores películas que he visto este año -con diferencia-, no esté nominada en los Oscars a las principales categorías de mejor película y mejor director. No podemos acusar a la Academia de Hollywood de homofobia, ya que en su día sí que se volcaron con Brokeback Mountain (2005) de Ang Lee, que relataba la relación homosexual de dos vaqueros. Pero quizá una película como Carol, donde las protagonistas sean dos mujeres lesbianas y los hombres no pinten nada ya sea demasiado para Hollywood.
Para quienes me acusáis de hacer siempre críticas negativas aquí tenéis la excepción. Carol es cine con mayúsculas, un bello clásico instantáneo. Absolutamente recomendable.
Id a verla.