The Disaster Artist, divertido relato para el lucimiento de James Franco

James Franco ha dirigido y protagonizado The Disaster Artist, la cual narra la historia real del rodaje de The Room (2003), una película que está considerada como una de las peores de la historia. Es inevitable la comparación con la estupenda Ed Wood (1994) de Tim Burton, que también relataba las peripecias de otro director desastroso y sin formación empeñado en hacer películas de pésimos resultados.

James Franco encarna él mismo a Tommy Wiseau, el que fue director, guionista, productor y protagonista de The Room. Wiseau es sin duda todo un personaje. No se sabe a ciencia cierta cuál es su origen o su edad exacta -aunque en este artículo del Huffinton Post apuntan a que es polaco y que nació en 1955-. Y lo más misterioso, se desconoce de dónde sacó el dinero para financiar la película -se estima que más de 6 millones de dólares-.

Aunque lo interesante en cuanto a The Disaster Artist se refiere es la excéntrica personalidad del personaje y cómo retratarla. James Franco se pone a ello con todo su ser y de verdad que lo consigue. La interpretación de Franco es excesiva, histriónica y sobreactuada, no cabe duda; pero también es justo decir que no podría ser de otra manera. James Franco recrea a la perfección el personaje de Tommy Wiseau y eso es lo mejor de la película. De hecho esta semana se ha llevado el Globo de Oro al mejor actor principal en comedia o musical.

A James Franco le acompaña su hermano Dave Franco como coprotagonista en el papel de Greg Sestero, el inseparable amigo de Wiseau y autor del libro «The Disaster Artist» en el que se basa la película. Dave Franco no destaca especialmente, y su trabajo se limita a darle la réplica a su hermano, que es quien realmente se come la pantalla.

The Disaster Artist es una tragicomedia que de tan patética consigue, al igual que ocurre en The Room, que te partas de la risa. La diferencia es que, mientras en la obra dirigida por Tommy Wiseau las risas no eran buscadas, en la de James Franco nos encontramos un humor fino e inteligente que sabe combinar muy bien las situaciones esperpénticas con la interpretación de Franco para hacernos reir sin que quede chabacano.

En cuanto a la dirección, Franco cumple de sobra. Más allá de que está claro de que se trata de una película para su propio lucimiento como actor -al igual que le ocurría a Wiseau-, la realización de The Disaster Artist es más que correcta y mantiene un ritmo muy fluido y el espectador nunca pierde el interés en lo que está viendo. Podríamos decir sin miedo a equivocarnos que se trata de la mejor película de James Franco como director.

El alarde llega cuando nos muestra al final de la película imágenes de la película original The Room comparadas con las rodadas para The Disaster Artist. El resultado es sorprendente, ya que están rodadas plano por plano casi exactamente igual, hasta el punto de que los diálogos se superponen en algunos casos con una sincronización que roza la perfección.

Está claro que James Franco ha puesto mucha ilusión y mucho oficio en la realización de este proyecto. Sin duda tiene mucho cariño y respeto tanto por la obra original como por el personaje que es Tommy Wiseau. El resultado es que The Disaster Artist es una película algo indulgente y autocomplaciente, pero también muy respetuosa a la hora de retratar esta rocambolesca historia. Y sobre todo: muy divertida.

Si podéis id a verla mientras esté en los cines. Preferiblemente en versión original, porque la interpretación de James Franco merece mucho la pena.

The Disaster Artist
7.1 Puntuación total
Pros
- James Franco
- La historia en la que se basa
- Las escenas comparas con la original
Contras
- Algo autoindulgente
- Dave Franco
Dirección
Guion
Arte
Actuaciones

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