¡Ave, César!: los Coen en horas bajas

Que los hermanos Coen están en horas bajas cuando se adentran en el terreno de la pura comedia no le cabe duda a nadie. Los ejemplos de los últimos años son claros. Desde la floja Crueldad Intolerable (2003) hasta la pobre Quemar Después de Leer (2008). En este sentido ¡Ave, César! no es la excepción.

Sin embargo los Coen siguen haciendo gran cine cuando se ponen más serios. Ahí tenemos en los últimos tiempos estupendas películas como A propósito de Llewyn Davis (2013), Valor de Ley (2010), No es País para Viejos (2007) y, una que me gustó especialmente: Un Tipo Serio (2009).

Por desgracia en ¡Ave, César! vuelven a la comedia más ligera e intrascendente. Y también regresan a un terreno ya explorado con anterioridad: la crítica irónica y despiadada del Hollywood clásico. Los Coen ya hablaron de esto en la que sin duda es su mejor película y una obra maestra indiscutible de todos los tiempos: Barton Fink (1991).

¡Ave, César! y Barton Fink además del contexto también tienen en común la crítica despiadada a algunos personajes relevantes de la época. En Barton Fink parodiaban soterradamente a William Faulkner en su faceta de guionista de Hollywood, mientras que en ¡Ave, César! el objeto de sus burlas son los guionistas comunistas del «grupo de los 10« que en su día fueron perseguidos por la caza de brujas del senador McCarthy. Por cierto que entre ellos podemos distinguir, entre otros, a Dalton Trumbo, cuya película sobre su biografía estaba nominada en los Oscars y se estrenará en España en abril.

En ¡Ave, César! los hermanos Coen no dejan títere con cabeza, repartiendo a diestro y siniestro, a Hollywood, a los comunistas y hasta a todas las confesiones religiosas -uno de los momentos más divertidos de la película-. Sin embargo la deriva anticomunista que parece que han tomado últimamente no me acaba de hacer gracia. Recordemos que también son los autores del guion de la maniquea El Puente de los Espías, de Steven Spielberg .

Pero también ¡Ave, César! es un homenaje al cine de género del viejo Hollywood clásico. A cuando se hacían grandes y épicas películas, o cuando los géneros cinematográficos estaban bien definidos con unas normas muy concretas, como los western, el cine negro o los musicales. Por cierto, estupenda la escena de los marineros en la cantina.

Otra cosa a destacar de la película es la cantidad de estrellas que desfilan por la pantalla. Desde George Clooney hasta Scarlett Johansson, pasando por Ralph Fiennes o Christopher Lambert. Sin embargo sus papeles no se pueden más que calificar de meros cameos. Algunos apenas tienen un par de escenas. Se trata de reclamos para incluir en el trailer y que la gente vaya a ver la película. Por lo tanto una operación de márquetin que le resta puntos al conjunto.

¡Ave, César! es la típica comedia ligera de los Coen. En ella vamos a encontrar buenos momentos y su característico sello de autor en situaciones tan esperpénticas como divertidas. Sin embargo la película es dispersa, la historia tiene poco fuste y la mayoría de los chistes no son tan graciosos. El regusto final que deja es de pequeña decepción. Para ver en casa.

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